"El aleteo de las alas de una mariposa
se puede sentir al otro lado del mundo"
Alba Gutiérrez Martín
Si tuvieses que escoger un animal, ¿cuál elegirías?. A todos nos han hecho esa pregunta alguna vez. Yo hace un tiempo que me siento representada por las mariposas.
Las mariposas nacen siendo gusanos que sueñan con volar. Desde que tengo conciencia me he esforzado por conseguir llegar lejos. Pero sé, que aunque esa ambición forme parte de mi naturaleza, al igual que les sucede a las mariposas, el conseguirlo será a base de esfuerzo.
Me considero una persona meditativa, no tomo decisiones de forma impulsiva. A veces no es la forma más eficiente de enfrentarme a la vida, pero estoy contenta con el rumbo que está tomando mi vida.
La psicología puso el punto de inicio en mi carrera profesional. El plan era ser psicóloga clínica, pero a veces los planes chocan con la realidad. Tenía veintiún años cuando acabé la carrera y mi misión era guiar a personas en situaciones para nada fáciles. Desde luego, era un puesto que exigía de gran responsabilidad, experiencia y fortaleza mental. Es una profesión preciosa, pero creo que necesitaba terminar de encontrarme yo antes de guiar a los demás en su camino.
No descarto retomar ese camino algún día pero, de momento, he decidido marcarme otra ruta. Lo que está claro es que todo en la vida aporta y a mí la psicología me ha dado un gran bagaje personal, me ha ayudado a desarrollar la empatía, y a preguntarme como observa y vive el otro su realidad.
Cambio de rumbo, estudiar publicidad y relaciones públicas. Puede parecer que tomé una decisión sin sentido hacia una dirección totalmente opuesta, pero tanto esta disciplina como la psicología tienen una base común, la comunicación. Las relaciones públicas no son tan diferentes a una sesión clínica. Consisten en una reunión entre dos o más entes, hablando de su realidad, negociando, y creando un plan que marque su comportamiento futuro.
Un proverbio chino dice que el aleteo de la alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo y creo que es la oración que mejor define el poder de comunicar.
Hasta ahora me he centrado mucho en el ámbito formativo, estaba en mi envoltura preparándome para el mundo exterior. Pero creo que ya es hora de salir de ella. ¿El siguiente paso? Echar a volar